- Publicado el 20 de marzo de 2018

La malabsorción y la intolerancia a la lactosa no implican la eliminación de lácteos de la dieta

La malabsorción y la intolerancia a la lactosa no implican la eliminación de lácteos de la dieta

Se estima que un tercio de la población padece malabsorción, y entre el 20% y el 40%, intolerancia a la lactosa.

En caso de sospecha de una de las dos, se deben realizar pruebas diagnósticas adecuadas. La más clásica es el test del aliento de hidrógeno, que se efectúa ingiriendo leche o lactosa para recoger muestras del aire exhalado donde se determina la concentración de hidrógeno. Un incremento excesivo en la excreción de hidrógeno en el aliento conduciría al diagnóstico de malabsorción de lactosa.

Una de las principales recomendaciones de la SEPD (Sociedad Española de Patología Digestiva) es evitar la eliminación completa de los lácteos, manteniendo el consumo de una cantidad que no provoque síntomas.