Enf. Cardiovasculares - Publicado el 26 de diciembre de 2018

Bacterias intestinales, ¿culpables de la relación entre carnes rojas y riesgo cardiovascular?

Bacterias intestinales, ¿culpables de la relación entre carnes rojas y riesgo cardiovascular?

Dos estudios que se publicaon recientemente explican los mecanismos implicados en la asociación entre el consumo de carnes y el riesgo de enfermedad cardiaca. Además, los ensayos llevados a cabo por investigadores de la Clínica Cleveland(EE.UU.) desvelan el papel que desempeñan las bacterias intestinales en ese proceso, en concreto el compuesto TMAO (N-óxido de trimetilamina), un subproducto de bacterias intestinales que se forma durante la digestión, que puede conducir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como infartos o ictus. Los resultados podrían servir para desarrollar nuevos tratamientos para interrumpir este proceso antes del desarrollo y la progresión de la enfermedad cardiovascular.

En 2013, este mismo grupo publicó por vez primera que las bacterias intestinales en el sistema digestivo pueden ser responsables de que las carnes rojas aumenten dos sustancias químicas asociadas con la enfermedad cardiaca, la L-carnitina (un nutriente que se puede medir en la sangre ) y una sustancia llamada trimetilamina-N-óxido o TMAO, producida por las bacterias en el tracto digestivo a partir de L -carnitina, y vinculado a los principales eventos cardíacos. Se estudió a un grupo de voluntarios vegano, vegetarianos y omnívoros y se observó que los veganos y los tenían menos L -carnitina en la sangre que los omnívoros y, cuando veganos y vegetarianos consumieron carnes rojas, su sistema digestivo produjo menos TMAO que los omnívoros.

Estos datos podrían aclarar por qué las dietas ricas en carnes rojas se asocian con un mayor riesgo cardiovascular, ya que el contenido de colesterol y grasas saturadas en la carne roja no parece ser suficiente para explicar el aumento de los riesgos cardiovasculares. Hasta ahora, esta discrepancia se ha atribuido a diferencias genéticas, a una dieta alta en sal que se asocia a menudo con el consumo de carne roja, e incluso, posiblemente, el proceso de cocción.

La L-carnitina se encuentra de forma natural en las carnes rojas, pero también es un suplemento dietético disponible en forma de píldora y un ingrediente común en las bebidas energéticas.

La primera de las dos investigaciones, publicada en el « European Heart Journal», y dirigida por Stanley Hazen', muestra que una dieta rica en carnes rojas como fuente primaria de proteínas aumenta significativamente los niveles de TMAO en circulación, en comparación con dietas de carne blanca o sin carnes como fuentes de proteínas.