Alimentos y Nutrientes - Publicado el 16 de marzo de 2020

El estado nutricional puede ayudar a evitar el contagio del coronavirus o reducir su impacto

El estado nutricional puede ayudar a evitar el contagio del coronavirus o reducir su impacto

La experta ha asegurado que las vitaminas A, E, C, las del grupo B o la vitamina D pueden resultar beneficiosas para conseguir este objetivo. "En concreto, la vitamina D, cuya deficiencia es generalizada en la población española, tiene efectos inmunomoduladores y puede mejorar la respuesta del sistema inmune frente a virus y bacterias", ha dicho la doctora, para nombrar el omega 3, el selenio o el zinc.    

Dicho esto, ha aludido a un artículo publicado recientemente en el 'Journal of Digestive Diseases' en el que se señala que los síntomas gastrointestinales son más frecuentes en las fases iniciales de la infección que en las fases más tardías.    

"Pero la relación del virus con nuestro intestino no se acaba ahí, ya que, para realizar la entrada en la célula, el virus se une al ACE2, una enzima que está presente en el tracto respiratorio, pero también en el intestinal, donde modula la microbiota y el funcionamiento del sistema inmune", ha matizado la doctora.

Además, prosigue, es frecuente que las personas que sufren enfermedades respiratorias acaben teniendo algún tipo de alteración intestinal secundarias, "lo mismo que se ha observado en los pacientes con coronavirus".

La literatura científica ya tiene estudios previos de cómo la modulación de la microbiota puede reducir la enteritis y la neumonía asociada a la ventilación mecánica, además de revertir algunos de los efectos adversos de los antibióticos que se suelen usar en este tipo de pacientes.

La herramienta "más eficaz", además del cuidado de la alimentación, para la modulación de la microbiota son los probióticos humanos de IV Generación. De hecho, tal y como ha señalado la experta, la 'Guía de tratamiento de pacientes graves con Covid-19', de la Comisión Nacional de Salud de China, recomienza utilizarlos para mantener el equilibrio de la microbiota intestinal y prevenir las infecciones bacterianas secundarias.

 "En una situación como esta, los probióticos pueden modular la microbiota intestinal para mejorar los síntomas gastrointestinales, evitar las complicaciones digestivas en los pacientes y ejercer una función protectora del aparato respiratorio. En particular, será interesante estudiar los efectos de la modulación de la microbiota pulmonar e intestinal y su relación con el ACE2", ha aconsejado la doctora.