Salud Pública - Publicado el 30 de mayo de 2020

Hábitos alimentarios en la Pandemia

Hábitos alimentarios en la Pandemia

El estudio exploratorio sobre hábitos alimentarios durante el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) se llevó a cabo entre el 7 y 12 de mayo de 2020 con el propósito de caracterizar la frecuencia de consumo de grupos de alimentos característicos del patrón alimentario local y trazadores de consumos saludables y poco saludables en la población. La frecuencia reportada por los sujetos encuestados solo refiere a ocasiones de consumo, no a cantidades consumidas.

Se realizó a través de un formulario online que indagó la frecuencia de consumo de 14 grupos, categorías o subcategorías de alimentos. Los primeros cinco grupos coinciden con los que las Guías Alimentarias (GAPA) recomiendan como de consumo regular. A ellos se sumaron otras agregaciones que refieren a alimentos de alta densidad calórica o fuente de nutrientes en exceso en la dieta. El formulario también registró información sobre variables de categorización de la muestra (edad, género, provincia, condición laboral, presencia de niños o recepción de planes sociales).

Las preguntas sobre hábitos alimentarios consistieron en opciones de respuestas predeterminadas referidas a cuatro posibles frecuencias de consumo: diario (todos los días), frecuente (6, 5, 4 veces/semana), poco frecuente (3, 2, 1 vez/semana) y rara vez (menos que una vez por semana / no consumo).

La encuesta se dirigió a través del sitio Nutrinfo.com y las redes sociales de CEPEA; sus receptores de origen fueron mayoritariamente profesionales de nutrición a quienes se solicitó que reenvíen el formulario a por lo menos tres personas de su conocimiento (clientes, pacientes o conocidos) que preferentemente no fueran profesionales afines. La muestra total fue de 3539 sujetos, de los cuales el 80,8% no correspondió a profesionales de salud.

La distribución de la muestra fue manipulada para estimar ponderadores por edad, género, provincia de residencia y presencia de niños; los ponderadores fueron necesarios para balancear las respuestas obtenidas en la muestra de individuos y mejorar su representatividad.

Resultados

Solo el 12,7% de la población general (11,9% entre quienes son desocupados o trabajadores informales y 14,9% en hogares con niños) manifiesta consumir los cinco grupos alimentarios de mejor calidad nutricional en las frecuencias más próximas a las recomendaciones de las guías alimentarias. Por el contrario, algo más de la mitad de la muestra reportó consumos entre regulares y bajos (63,2% entre quienes se encuentran desocupados o con trabajo informal).

De la combinación entre los consumos saludables y los de alimentos de más baja calidad nutricional (fuentes de harinas, azúcares y comidas rápidas) resulta que, en términos de puntaje global, no más del 8,6% de la población general (6,3% entre desocupados y trabajadores informales) logra el mejor resultado (buen puntaje), mientras que algo más del 70% (76,4% entre desocupados y trabajadores informales) registra un puntaje global de la dieta entre regular y bajo.

Las mayores brechas de adecuación de consumos saludables ocurren en legumbres, frutas, hortalizas no feculentas, lácteos (en especial yogur) y carnes frescas (en ese orden). En cuanto a los productos de baja densidad de nutrientes, las brechas de exceso en ocasiones de consumo son casi idénticas entre alimentos fuente de harinas muy refinadas y alimentos fuente de azúcares (en este último grupo en particular a expensas de infusiones y mate azucarados).