Alimentos y Nutrientes - Publicado el 16 de septiembre de 2020

La dieta pesco-mediterránea reduce el riesgo de enfermedad cardíaca

La dieta pesco-mediterránea reduce el riesgo de enfermedad cardíaca

La dieta mediterránea tradicional se compone de alimentos vegetales, pescado/marisco, aceite de oliva y cantidades moderadas de productos lácteos y huevos. Múltiples estudios y ensayos clínicos aleatorizados han indicado que se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes, deterioro cognitivo, depresión y algunos cánceres.

“Aunque los humanos son omnívoros y pueden subsistir con una gran variedad de alimentos, la dieta ideal para la salud sigue siendo un dilema para muchas personas”, explica James H. O’Keefe, director de cardiología preventiva en el Saint Luke’s Mid America Heart Institute, y autor principal del estudio.

“Las dietas ricas en vegetales reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares; sin embargo, el veganismo es difícil de seguir y puede dar lugar a importantes deficiencias de nutrientes –añade–. Por otra parte, muchas personas en las culturas occidentales modernas consumen en exceso la carne, en particular la carne altamente procesada. Proponemos la dieta Pesco-Mediterránea como una solución a este ‘dilema del omnívoro’ sobre qué comer”.

Estudios anteriores han apoyado la inclusión del pescado como parte de una dieta saludable para el corazón. Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2015-2020 recomiendan que los adultos consuman pescado al menos dos veces por semana en lugar de carnes rojas, aves o huevos.

Una dieta pescatariana incluye pescado y / o mariscos como fuente principal de proteínas y minimiza el consumo de carnes rojas o aves. Un metaanálisis de cinco estudios dietéticos prospectivos encontró que, en comparación con los consumidores de carne habituales, la mortalidad por enfermedad de arterias coronarias era un 34% menor en los que seguían una dieta pescatariana.

Una dieta pesco-mediterránea también enfatiza el uso de aceite de oliva virgen extra en lugar de mantequilla u otras grasas. El aceite de oliva virgen extra es un aceite de oliva sin refinar de mayor calidad y en estudios anteriores se ha demostrado que tiene beneficios cardiometabólicos, como reducir el colesterol LDL y aumentar el colesterol HDL.

Los investigadores recomiendan utilizar cantidades generosas de aceite de oliva extra virgen (con alto contenido de antioxidantes polifenoles) junto con verduras. Para proporcionar una fuente adicional de grasas y fibras saludables, la dieta Pesco-Mediterránea incluye frutos secos.

El ensayo PREDIMED, un ensayo clínico aleatorizado de prevención primaria de enfermedades cardíacas, mostró que una porción diaria de nueces mixtas resultó en un 28% menos de riesgo de enfermedad cardíaca.

“No existe un consenso claro entre los expertos en nutrición sobre el papel de los productos lácteos y los huevos en el riesgo de enfermedad cardíaca, sin embargo, los permitimos en la dieta Pesco-Mediterránea –explica O’Keefe–. Se prefieren el yogur y los quesos bajos en grasa; se desaconseja la mantequilla y el queso duro debido a la alta concentración de grasas saturadas y sal. Los huevos contienen nutrientes beneficiosos y pueden ser un sustituto saludable de la carne roja; sin embargo, recomendamos no más de cinco yemas por semana”.

Además, destacan que se ha demostrado que el ayuno intermitente, la práctica de limitar la ingesta diaria de calorías en un período de tiempo específico (entre ocho y 12 horas) cada día, reduce la inflamación y mejora la sensibilidad a la insulina al obligar al organismo a cambiar la glucosa, por ácidos grasos, (generalmente de la grasa abdominal) como principal combustible metabólico.

La forma más común de ayuno intermitente es la ingesta restringida en el tiempo, que consiste en limitar a dos, en lugar de tres, comidas por día y acortar la ventana de consumo de calorías. La evidencia sobre la alimentación con restricción de tiempo es preliminar y requiere más investigación.

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