Obesidad - Publicado el 04 de mayo de 2021

Mujeres y hombres con obesidad y una dieta alta en sal, tendrían diferente riesgo cardiovascular

Mujeres y hombres con obesidad y una dieta alta en sal, tendrían diferente riesgo cardiovascular

Junto a las crecientes tasas de obesidad severa en mujeres jóvenes, la enfermedad cardíaca es actualmente la tercera causa principal de muerte en la población femenina de entre 20 y 44 años.

En este sentido, los investigadores han señalado que la obesidad y el alto consumo de sal podrían ser riesgos aún mayores para las mujeres porque tienen niveles naturalmente más altos de dos hormonas adicionales, leptina y aldosterona, las cuales preparan el escenario para las disparidades cardiovasculares potencialmente mortales.

“Muchos de nosotros probablemente pensamos en la leptina como la ‘hormona de la saciedad’ que envía a nuestro cerebro señales para dejar de comer cuando nuestro estómago está lleno, pero en la obesidad, el cerebro normalmente deja de escuchar el mensaje completo, pero el sistema cardiovascular de las mujeres comienza a recibir señales poco saludables”, comentaron los expertos.

Habrían demostrado que en las mujeres, la leptina hace que las glándulas suprarrenales, que producen aldosterona, produzcan aún más de esta hormona. Las mujeres, independientemente de su peso, ya tienen además, niveles naturalmente más altos de aldosterona y también glándulas suprarrenales más grandes.

La obesidad produce mayores aumentos de presión arterial en la población femenina, y los estudios indicarían que las mujeres también serían más propensas a la disfunción vascular asociada a la obesidad, como por ejemplo, vasos sanguíneos más rígidos. Por otro lado, la leptina aumenta la producción del óxido nítrico vasodilatador, el cual reduce la presión arterial.

Debido a que las mujeres ya producen mayores niveles de aldosterona, y la respuesta normal del cuerpo cuando hay un mayor consumo de sal es producir aún más aldosterona para ayudar a eliminar parte de ella, los expertos proponen que las mujeres podrían tener una capacidad deteriorada para reducir la aldosterona, lo que las hace más sensibles a la sal.