Adulto Mayor - Publicado el 15 de octubre de 2025

Ejercicio y envejecimiento: consenso sobre su rol como medicina preventiva y terapéutica en adultos mayores.

Ejercicio y envejecimiento: consenso sobre su rol como medicina preventiva y terapéutica en adultos mayores.

El envejecimiento conlleva alteraciones fisiológicas progresivas que aumentan la vulnerabilidad a enfermedades crónicas y la mortalidad. La actividad física (AF) y el ejercicio actúan como moduladores clave del envejecimiento, extendiendo la salud funcional y reduciendo la carga de enfermedades cardiometabólicas, musculoesqueléticas, neurológicas y oncológicas. Este consenso enfatiza la necesidad de integrar el ejercicio como herramienta central en la práctica médica geriátrica.

Se realizó una revisión narrativa basada en evidencia científica y consensos internacionales, analizando ensayos clínicos y guías actuales. El documento detalla mecanismos biológicos del ejercicio, modalidades más efectivas, y recomendaciones específicas para su implementación clínica en adultos mayores, con enfoque en prevención y tratamiento de enfermedades crónicas y síndromes geriátricos.

La AF mejora la modulación del envejecimiento a nivel celular y molecular, con beneficios en longevidad saludable, capacidad funcional y calidad de vida. Ejercicios aeróbicos, de resistencia, de equilibrio y flexibilidad muestran eficacia en la reducción de riesgo cardiometabólico, cáncer y deterioro neurológico. El entrenamiento progresivo de fuerza es indispensable para preservar masa y función muscular, siendo esencial en sarcopenia, fragilidad y osteoporosis. Programas multicomponente que integran tareas cognitivas previenen caídas y optimizan la función global. Los efectos siguen un patrón dosis-respuesta y requieren prescripciones individualizadas según condición médica. Además, el ejercicio reduce la polifarmacia, mejora la adherencia terapéutica y representa un beneficio económico al disminuir el costo sanitario.

El ejercicio debe considerarse un tratamiento médico de primera línea en geriatría, tanto aislado como adyuvante a la farmacoterapia. Su integración en hospitales, consultas y residencias es fundamental para optimizar la independencia y vitalidad de los adultos mayores. A pesar de la evidencia, persiste la falta de capacitación de los profesionales en su prescripción. Este consenso llama a consolidar el ejercicio como medicina personalizada dentro del cuidado geriátrico, aprovechando su potencial para modular el envejecimiento y prevenir enfermedades crónicas.

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Fuente: National Library of Medicine

Para más información: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39743381/