“Nutrition Regulatory Science Program” para combatir enfermedades crónicas desde la alimentación

En un esfuerzo por enfrentar el alarmante aumento de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación en Estados Unidos, la FDA y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han lanzado el Nutrition Regulatory Science Program. Esta iniciativa, presentada bajo el liderazgo del Secretario de Salud Robert F. Kennedy, Jr., forma parte del compromiso federal por “Make America Healthy Again” y busca generar conocimiento científico robusto que sirva de base para políticas alimentarias más inteligentes, preventivas y efectivas.

El programa impulsará una agenda de investigación nutrida por la colaboración directa entre la FDA, que aportará su experiencia regulatoria, y el NIH, que gestionará la infraestructura científica y la evaluación de los estudios. Se integrarán especialistas en nutrición, toxicología, ciencia del comportamiento, análisis de riesgo y química. La iniciativa se enfocará en responder preguntas clave como: ¿cómo afectan los alimentos ultraprocesados la salud metabólica?, ¿cuál es el impacto de ciertos aditivos alimentarios en enfermedades crónicas?, y ¿qué papel juega la dieta materno-infantil en el desarrollo de enfermedades autoinmunes a lo largo de la vida?

Se espera que esta alianza genere evidencia científica de referencia (“gold standard”) para sustentar políticas públicas que promuevan una dieta más saludable en la población estadounidense. Asimismo, se pretende aumentar la transparencia sobre los riesgos asociados al consumo de ciertos alimentos y componentes. Uno de los principales objetivos es equipar a los legisladores y al público con información confiable que permita prevenir enfermedades desde la alimentación y reducir el gasto sanitario derivado de patologías prevenibles.

El Nutrition Regulatory Science Program representa una apuesta estratégica por transformar la ciencia de la nutrición en política pública efectiva. Al emular el exitoso modelo del programa de regulación del tabaco, la FDA y el NIH demuestran un enfoque colaborativo e interdisciplinario para abordar uno de los problemas de salud pública más urgentes. Esta iniciativa refuerza el compromiso del gobierno de EE.UU. con la prevención de enfermedades, el bienestar de la infancia y la promoción de sistemas alimentarios más seguros, accesibles y transparentes.