Servicios de Alimentación / ETA - Publicado el 14 de agosto de 2020

China detecta rastros de coronavirus en pollo importado de Brasil y mariscos de Ecuador

China detecta rastros de coronavirus en pollo importado de Brasil y mariscos de Ecuador

En China comenzó la pandemia por el COVID-19. Pero a nueve meses de su aparición en esas latitudes, con un total de 89.045 contagios, ahora solo representa el 0,43% de los casos en el mundo por la dispersión de la enfermedad por el planeta.

Sin embargo, los controles se mantienen activados en el gigante asiático. A tal punto, que las autoridades anunciaron este jueves que detectaron el coronavirus responsable de la enfermedad en un control rutinario

Localizaron al virus en pollo importado de Brasil, primer productor mundial, y por segunda vez en langostinos procedentes de Ecuador.

Un comunicado de la alcaldía de Shenzhen, cerca de Hong Kong, señala que el virus estaba presente en muestras tomadas el pasado martes de alitas de pollo congeladas brasileñas.

Las autoridades aseguran que "inmediatamente" sometieron a exámenes de diagnóstico a las personas que habían estado en contacto con los productos contaminados, y a sus familiares. Todos los tests dieron negativo, según el comunicado.

La contaminación del pollo brasileño podría provocar una nueva caída de las exportaciones brasileñas hacia China. 

Mientras que en la provincia de Anhui, la alcaldía de la ciudad de Wuhu anunció este jueves que descubrió virus en envases de langostinos procedentes de Ecuador. Los paquetes estaban conservados en el congelador de un restaurante de la ciudad.

Es la segunda vez desde principios de julio que China informa de la presencia del virus en paquetes de langostinos ecuatorianos.

El día 10 de ese mes, la Administración de Aduanas china realizó pruebas con muestras de un contenedor y de paquetes de camarones blancos del Pacífico que dieron positivo al nuevo coronavirus en los puertos chinos de Dalián y Xiamen.

También han aparecido focos de contagio en mataderos de diferentes países, como Alemania, Francia, Estados Unidos o Bélgica.

El COVID-19 es una enfermedad respiratoria y, de momento, nada indica que se pueda transmitir por la ingestión de productos contaminados. Aún así, se sigue investigando al respecto.