Desayuno y síndrome metabólico

Una revisión sistemática con metaanálisis publicada recientemente, se propuso identificar la asociación entre saltear el desayuno y el riesgo de síndrome metabólico (SM) y sus componentes.

Se incluyeron nueve estudios observacionales con un total de 118.385 participantes y se observó que saltear el desayuno se asociaba con aumento del riesgo de SM (OR: 1.10, 95% IC: 1.04–1.17) y sus componentes, es decir, obesidad abdominal (OR = 1.17, 95% IC 1.01–1.34), hipertensión (OR: 1.21, 95% IC: 1.10–1.32), dislipemia (OR: 1.13, 95% IC: 1.04–1.23) e hiperglucemia (OR = 1.26, 95% IC: 1.16–1.37).

De acuerdo a los hallazgos del metaanálisis, desayunar puede ser un factor modificable en la prevención y manejo del SM y enfermedades cardiometabólicas relacionadas.  

No desayunar podría alterar el ritmo circadiano y la homeostasis metabólica. Sin embargo, los resultados de la revisión serían contradictorios con la evidencia reciente sobre los beneficios de algunos tipos de ayuno intermitente. Por lo tanto, es fundamental distinguir entre ambas situaciones.

La acción de no desayunar analizada en este estudio, típicamente representa un patrón alimentario desestructurado y desorganizado, frecuentemente asociado con un estilo de vida no saludable (una alimentación de mala calidad en general, alteración del ritmo circadiano), que podría llevar a compensar la ingesta energética durante el resto del día, promoviendo una desregulación metabólica. Por el contrario, el ayuno intermitente es  un patrón alimentario estructurado, que involucra ciclos de ayuno e ingestas, practicado en forma consciente y acompañado de un estilo de vida en general saludable. Los beneficios metabólicos que resultan del ayuno intermitente, se cree provienen de periodos sostenidos y controlados de niveles bajos de insulinemia e inducción de autofagia celular, mecanismos no alcanzados con patrones alimentarios desorganizados y compensatorios, como los observados en personas que saltean el desayuno.