Otros - Publicado el 26 de septiembre de 2023

Hábitos alimentarios y riesgo de depresión

Hábitos alimentarios y riesgo de depresión

Cada vez hay más evidencia disponible que sugiere una posible influencia de la dieta en el riesgo de desarrollar depresión.

Un estudio prospectivo que forma parte del Nurses’ Health Study II realizado entre 2003 y 2007, se publicó en JAMA Network Open. El mismo incluyó a mujeres de mediana edad que no presentaban depresión al momento del inicio de la investigación. Se analizó la dieta de las participantes utilizando cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos validados cada 4 años. Se estimó el consumo de alimentos ultraprocesados (UP) usando la clasificación NOVA. En análisis secundarios, se clasificó a los alimentos UP en sus componentes, incluyendo cereales, snacks, comidas listas para comer, grasas y salsas, lácteos ultra procesados, carnes procesadas, bebidas y edulcorantes artificiales. Se contemplaron dos definiciones para la depresión: 1) una definición estricta que requirió autorreporte del diagnóstico de depresión brindado por un médico y uso regular de antidepresivos; 2) una definición más amplia que requería de diagnóstico clínico y/o uso de antidepresivos.

La cohorte incluyó 31712 mujeres de entre 42 y 62 años al inicio del estudio. Aquellas participantes con mayor consumo de UP presentaron mayor IMC, mayores tasas de tabaquismo y aumento de la prevalencia de comorbilidades como diabetes, hipertensión y dislipemia y menor propensión a la práctica de actividad física regular. Se identificaron 2122 casos de depresión utilizando la definición más estricta y 4840 casos utilizando la definición más amplia.

En comparación con las mujeres en el quintil más bajo de consumo de UP, aquellas en el quintil más alto de consumo presentaron mayor riesgo de depresión, tanto en la definición estricta (HR, 1,49; IC 95%, 1,26-1,76; p < 0,001), como en la ampla (HR, 1,34; IC 95%, 1,20-1,50; p < 0,001).

Al examinar la asociación entre el riesgo de depresión y componentes específicos de alimentos UP, sólo las bebidas con edulcorantes (HR, 1.37; IC 95%, 1.19-1.57; P < .001) y los edulcorantes artificiales (HR, 1.26; IC 95%, 1.10-1.43; P < .001) se asociaron con mayor riesgo de depresión.

Estos resultados sugieren que una mayor ingesta de UP, en particular de edulcorantes artificiales y bebidas edulcoradas artificialmente, está asociada a un mayor riesgo de depresión. Aunque se desconoce el mecanismo desencadenante, datos experimentales recientes sugieren que los edulcorantes artificiales provocan una transmisión purinérgica en el cerebro, que puede estar implicada en la etiopatogenia de la depresión.

Para más información, consultar el artículo original: https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2809727

Fuente: JAMA Network Open

Para más información: https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen