Enf. Cardiovasculares - Publicado el 17 de noviembre de 2021

La guía de la American Heart Association (AHA) proporciona recomendaciones dietéticas basadas en evidencias

La guía de la American Heart Association (AHA) proporciona recomendaciones dietéticas basadas en evidencias

En una nueva declaración, la Asociación Estadounidense del Corazón señala, los desafíos estructurales que impiden la adopción de patrones dietéticos saludables para el corazón. Además hace foco sobre los aspectos de la dieta que mejoran la salud cardiovascular y reducen el riesgo cardiovascular, con énfasis en los patrones dietéticos y la orientación basada en los alimentos más allá de nombrar alimentos o nutrientes individuales. 

La guía subraya la creciente evidencia de que las enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición tienen un origen materno-nutricional y que la prevención de la obesidad pediátrica es clave para preservar y prolongar la salud cardiovascular ideal.

Los puntos clave contemplados en la guía son los siguientes:

Ajustar la ingesta y el gasto energético para lograr y mantener un peso corporal saludable.

Recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, ajustada según la edad, el nivel de actividad, el sexo y el tamaño de la persona.

Incorporar variedad de frutas y verduras. Los estudios de observación y de intervención documentan que los patrones dietéticos ricos en frutas y verduras variadas están relacionados con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV). Además, se prefieren las frutas y verduras enteras, que proporcionan fibra y saciedad más fácilmente.
Optar por cereales de grano entero o integrales. La evidencia confirma los beneficios del consumo frecuente de cereales integrales en relación al riesgo de ECV, enfermedad coronaria  (CHD), accidente cerebrovascular, síndrome metabólico, factores de riesgo cardiometabólico, laxante y microbiota intestinal.

Elegir fuentes saludables de proteínas, principalmente de plantas (legumbres y nueces).
Una mayor ingesta de legumbres, ricas en proteínas y fibra, se asocia con un menor riesgo de ECV, mientras que una mayor ingesta de nueces se asocia con un menor riesgo de ECV, cardiopatía coronaria y mortalidad / incidencia de accidentes cerebrovasculares.

Reemplazar los alimentos de origen animal con alimentos integrales de origen vegetal, más allá de los beneficios para la salud, reduce la huella de carbono de la dieta. Las alternativas a la carne a menudo se ultraprocesan y la evidencia sobre sus efectos en la salud a corto y largo plazo es limitada. Se prefieren las grasas insaturadas, al igual que las carnes magras no procesadas.

La evidencia respalda los beneficios cardiovasculares de las grasas insaturadas en la dieta, especialmente las grasas poliinsaturadas principalmente de aceites vegetales (por ejemplo, aceites de soja, maíz, cártamo y girasol, nueces y semillas de lino). Se desaconseja el uso de aceite de coco, palma, aceite de almendra de palma.

Se debe enfatizar el consumo de alimentos mínimamente procesados en lugar de alimentos ultraprocesados. Debido a su asociación comprobada con resultados de salud adversos, incluidos el sobrepeso y la obesidad, los trastornos cardiometabólicos (diabetes tipo 2, ECV) y la mortalidad por todas las causas, el consumo de muchos alimentos ultraprocesados es motivo de preocupación.

Minimizar el consumo de bebidas y alimentos con azúcares añadidos. Los azúcares agregados (comúnmente glucosa, dextrosa, sacarosa, jarabe de maíz, miel, jarabe de arce y jugo de fruta concentrado) están relacionados con un riesgo elevado de diabetes tipo 2, colesterol alto y exceso de peso corporal.

Debe reducirse el consumo de sal. Se deben elegir y preparar alimentos con poca o ninguna sal. Los efectos de la reducción del sodio sobre la presión arterial tienden a ser más altos en personas de raza negra, personas de mediana edad y mayores, y en personas con hipertensión. 

Si bien las relaciones entre la ingesta de alcohol y los resultados cardiovasculares son complejas, el Comité Asesor de Guías Alimentarias de 2020 concluyó recientemente que quienes beben no deberían consumir más de una bebida por día.

La guía dietética basada en alimentos se aplica a todos los alimentos y bebidas, independientemente del entorno. Además, deberían promulgarse políticas que fomenten opciones predeterminadas más saludables (por ejemplo, cereales integrales, contenido minimizado de sodio y azúcar).

El documento de la AHA / ASA se cierra con la declaración: “La creación de un entorno que facilite, en lugar de impedir, la adherencia a patrones dietéticos saludables para el corazón entre todas las personas es un imperativo de salud pública”. 

Fuente: Medscape

Para más información: https://espanol.medscape.com/verarticulo/5908033#vp_2