Actividad Física y Deporte - Publicado el 03 de noviembre de 2025
Orden del entrenamiento y composición corporal en obesidad
            
El entrenamiento concurrente, que combina ejercicios de fuerza (RT) y resistencia (ET), es una estrategia efectiva para mejorar la salud metabólica y la composición corporal. Sin embargo, el orden de aplicación de ambas modalidades puede modificar los resultados. Este estudio evaluó el impacto de dos secuencias de entrenamiento —fuerza seguida de resistencia (CRE) y resistencia seguida de fuerza (CER)— sobre la composición corporal, la condición física y los niveles de actividad física en hombres jóvenes con obesidad.
Se realizó un ensayo aleatorizado de 12 semanas con 45 hombres jóvenes con obesidad (22.4 ± 2 años, IMC 29.8 ± 3.4). Los participantes se distribuyeron en tres grupos: CRE (fuerza seguida de resistencia), CER (resistencia seguida de fuerza) y un grupo control sin entrenamiento. Las sesiones se realizaron tres veces por semana. Se midieron antes y después del programa el nivel de actividad física, la composición corporal, la densidad ósea, el VO₂máx y la fuerza muscular.
Ambos grupos de entrenamiento mejoraron significativamente su nivel de actividad física, composición corporal, densidad ósea y capacidad física, en comparación con el grupo control. El grupo CRE mostró los mayores beneficios, con incrementos significativos en la actividad física moderada-vigorosa y reducciones más marcadas en masa grasa, porcentaje de grasa corporal y grasa androida y ginoide. También se observaron mayores aumentos en fuerza máxima, fuerza explosiva y resistencia muscular en comparación con CER y control. Además, los cambios en el nivel de actividad física durante el estudio influyeron en la reducción de grasa corporal.
El entrenamiento concurrente mejora la condición física y la composición corporal en hombres jóvenes con obesidad, especialmente cuando el entrenamiento de fuerza se realiza antes del de resistencia. Este orden favorece mayores reducciones de grasa corporal y mejoras en fuerza, capacidad aeróbica y densidad ósea. Los aumentos en la actividad física durante la intervención potencian los efectos del entrenamiento sobre la pérdida de grasa.
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Fuente: Journal of excercise Science and Fitness
Para más información: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1728869X25000139?via%3Dihub