Nutrición Infantil - Publicado el 08 de agosto de 2025

Predicción genética de obesidad en la infancia

Predicción genética de obesidad en la infancia

Ante el crecimiento sostenido de la obesidad a nivel mundial (con estimaciones que sugieren que más de la mitad de la población padecerá sobrepeso u obesidad para 2035), la identificación temprana de riesgo se vuelve una prioridad en salud pública. En este contexto, un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una prueba genética, conocida como polygenic risk score (PGS), capaz de predecir el riesgo de obesidad en la adultez desde los primeros años de vida. Esta herramienta podría transformar la prevención al permitir intervenciones antes de que factores ambientales y conductuales empiecen a influir en el peso corporal.

La PGS fue desarrollada a partir del análisis del material genético de más de cinco millones de personas, en colaboración con la empresa 23andMe y el Consorcio GIANT, un grupo internacional de investigación centrado en rasgos antropométricos. Posteriormente, el nuevo PGS fue evaluado en bases de datos que incluían características físicas y genéticas de más de 500,000 personas. La prueba combina miles de variantes genéticas asociadas con el riesgo de obesidad, integrándolas en un único puntaje que estima la predisposición individual.

El nuevo PGS demostró ser el doble de preciso que el mejor test genético anterior en predecir el riesgo de obesidad. Destaca por su capacidad para identificar este riesgo incluso antes de los cinco años de edad, mucho antes de que otros factores de riesgo comiencen a manifestarse. Adicionalmente, se observó que las personas con mayor riesgo genético tienden a responder mejor a intervenciones de pérdida de peso —como dieta y ejercicio—, aunque presentan una mayor propensión a recuperar el peso una vez finalizadas dichas intervenciones.

La prueba genética PGS representa un avance significativo en la predicción del riesgo de obesidad y ofrece una oportunidad única para implementar estrategias preventivas en etapas tempranas de la vida. Aunque no determina el destino de una persona, sí permite identificar a quienes podrían beneficiarse de un acompañamiento nutricional y conductual más intensivo desde la infancia. No obstante, persisten limitaciones: el PGS es mucho más preciso en personas de ascendencia europea que en aquellas de origen africano, lo que subraya la necesidad de mayor inclusión genética en investigaciones futuras para lograr una herramienta verdaderamente global.

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