Obesidad - Publicado el 27 de abril de 2020

Casi todos los pacientes hospitalizados por coronavirus tienen además hipertensión, obesidad o diabetes

Casi todos los pacientes hospitalizados por coronavirus tienen además hipertensión, obesidad o diabetes

El arco de problemas que el nuevo coronavirus presenta al cuerpo humano —desde ningún síntoma hasta la necesidad de un respirador en cuidados intensivos— es uno de los desafíos más importantes al enfrentar la pandemia. Por primera vez un estudio de gran escala —5.700 pacientes— reveló que casi la totalidad de los enfermos que deben ser hospitalizados, el 94%, tiene además una condición crónica anterior, como hipertensión, obesidad o diabetes, y la gran mayoría, el 88%, tiene al menos dos.

Aunque se conocía que el COVID-19 era particularmente peligroso para personas con cuadros subyacentes, sobre todo coronarios y respiratorios, el nuevo trabajo, realizado en 12 hospitales del Sistema Médico Northwell de la ciudad de Nueva York, mostró la magnitud enorme y desconocida de este fenómeno: sólo el 6% de las personas que requirieron los cuidados de un centro de salud no tenían otros problemas concomitantes.

“Hasta donde sabemos, este estudio representa la primera gran serie de casos de pacientes hospitalizados de manera sucesiva con COVID-19 confirmado en los Estados Unidos”, escribieron Karina Davidson y sus colegas en la Revista de la Asociación Médica de los Estados Unidos (JAMA). “Las personas mayores, los hombres y aquellos con hipertensión y/o diabetes preexistentes prevalecieron de manera notable en esta serie de casos, cuyo patrón fue similar a los datos reportados de China”. Es decir, indicaría que el comportamiento de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 es exactamente así, más allá de las diferencias sociales, ambientales y culturales.

De manera individual, la hipertensión se registró en el 56,6% de los casos, la obesidad en el 41,7% y la diabetes en el 33,8%, sobre un total de hospitalizaciones con más hombres que mujeres: 60,3% y 39,7% respectivamente, con una edad promedio de 63 años. Una cantidad más pequeña de pacientes tenía otros problemas crónicos, como enfermedad coronaria, enfermedad renal o enfermedad respiratoria.

Al llegar al centro médico, el 30,7% de los pacientes tenía fiebre, el 27,8% necesitó oxígeno y el 17,3% mostró una función respiratoria alterada. La proporción de gente sin fiebre pero con necesidad de ser hospitalizada —casi 7 de cada 10 personas— fue un indicador llamativo. Eso podría implicar que algunas medidas que intentan controlar la pandemia, como tomarle la temperatura a la gente en el transporte o en el trabajo, podrían no ser tan útiles como se creía.