Estrategias dietéticas para tratar la osteoartritis.

La osteoartritis (OA) afecta a millones de personas en el mundo, deteriorando la movilidad y la calidad de vida. Su progresión se relaciona con procesos inflamatorios y factores como el envejecimiento y la obesidad. En este contexto, el manejo nutricional se ha posicionado como una vía terapéutica prometedora. Diversas estrategias alimentarias, especialmente aquellas que favorecen la pérdida de peso o reducen la inflamación, podrían aliviar los síntomas y mejorar la funcionalidad de los pacientes. Esta revisión sistemática y metaanálisis tuvo como objetivo evaluar y comparar los efectos de diferentes patrones dietéticos sobre el dolor, el peso y la capacidad funcional en adultos con OA.

El estudio fue conducido siguiendo estándares rigurosos: se registró previamente en Open Science Framework, se aplicó la herramienta Cochrane RoB 2 para evaluar el riesgo de sesgo, y se utilizó la guía PRISMA para la presentación de resultados. Se incluyeron nueve ensayos clínicos aleatorizados realizados en cinco países, con un total de 898 participantes entre 41 y 72 años, la mayoría con sobrepeso u obesidad y algunas comorbilidades. La búsqueda bibliográfica fue exhaustiva, abarcando múltiples bases de datos hasta enero de 2024. Los datos fueron gestionados con el software COVIDENCE y analizados estadísticamente con RTM, aplicando las directrices del Manual Cochrane.

El análisis reveló que las dietas bajas en calorías fueron las más eficaces en la reducción del dolor, la mejora funcional y la pérdida de peso. También se observó que la pérdida de peso por sí misma tiene un efecto directo sobre la disminución del dolor articular, tanto por alivio mecánico como por reducción de la inflamación vinculada a la obesidad. Las dietas antiinflamatorias y bajas en carbohidratos mostraron resultados prometedores, aunque el número de estudios disponibles es aún limitado. En contraste, la dieta mediterránea no evidenció beneficios significativos, probablemente debido a la escasez de datos específicos. Componentes como los ácidos grasos poliinsaturados y vitaminas antioxidantes podrían contribuir al efecto antiinflamatorio observado en algunas dietas.

Las intervenciones dietéticas, especialmente aquellas de bajo contenido calórico, representan una estrategia eficaz para mejorar los síntomas de la osteoartritis. Aunque los resultados también sugieren beneficios potenciales de las dietas antiinflamatorias y bajas en carbohidratos, se necesita más evidencia para confirmar su eficacia. La dieta mediterránea, pese a sus beneficios generales en salud, no demostró mejoras claras en el contexto de la OA en este análisis. En conjunto, estos hallazgos refuerzan la importancia de integrar la nutrición en el manejo de la osteoartritis y abren la puerta a estudios más específicos sobre patrones alimentarios como tratamiento complementario de esta enfermedad crónica.