Alimentos y Nutrientes - Publicado el 30 de abril de 2025

Impacto del Consumo de Carbohidratos Digestibles y No Digestibles en Niños de 1 a 4 Años.

Impacto del Consumo de Carbohidratos Digestibles y No Digestibles en Niños de 1 a 4 Años.

A pesar del conocimiento avanzado sobre los carbohidratos en adultos, poco se sabe sobre su efecto en niños de 1 a 4 años. Esta etapa es crítica para el desarrollo físico y metabólico, por lo que entender el impacto de los carbohidratos (especialmente los azúcares añadidos y la fibra) es clave para formular políticas de salud pública. La revisión sistemática de ILSI Europe busca llenar ese vacío al evaluar la evidencia disponible sobre los efectos de los DCs y NDCs en resultados como crecimiento, obesidad, función intestinal, microbiota, metabolismo de glucosa, lípidos e infecciones.

El estudio siguió las guías PRISMA y utilizó el marco PI(E)COS para incluir estudios con niños sanos entre 12 y 47 meses. Se incluyeron ensayos clínicos y cohortes prospectivas que evaluaran la ingesta de DCs y NDCs y sus efectos en al menos un resultado de salud. Se identificaron 20 estudios que dieron lugar a 31 publicaciones (2 RCTs y 18 cohortes). El análisis fue narrativo por la heterogeneidad de métodos y definiciones. La calidad metodológica se evaluó con la herramienta MMAT.

Digestibles (DCs): La mayoría de los estudios no mostró asociación significativa entre ingesta total de carbohidratos (incluyendo almidón, monosacáridos y disacáridos) y crecimiento, composición corporal, metabolismo de glucosa o riesgo de obesidad. Sin embargo, se observaron efectos negativos a largo plazo (mayor IMC, menor HDL, más triglicéridos) con la ingesta temprana de carbohidratos líquidos como jugos y bebidas azucaradas.

No digestibles (NDCs o fibra): No se encontraron efectos sobre crecimiento, composición corporal o metabolismo de glucosa. Sí hubo señales de beneficio en lípidos (mayor HDL, menor TG) y reducción de síntomas gastrointestinales e infecciones en estudios con suplementación con FOS. La baja ingesta de fibra se relacionó con mayor frecuencia de heces duras, pero no se pudo establecer causalidad directa.

Líquidos (jugos y SSBs): Aunque no se detectaron efectos inmediatos en crecimiento o IMC, su consumo temprano se asoció con mayores riesgos de obesidad y acumulación de grasa corporal en la niñez media y tardía.

La evidencia no respalda un efecto perjudicial claro de los carbohidratos sólidos en niños pequeños, pero sí sugiere efectos negativos del consumo frecuente de bebidas azucaradas y jugos desde edades tempranas. Por tanto, es esencial limitar su ingesta en la infancia. En contraste, el consumo adecuado de fibra podría tener efectos positivos sobre lípidos e infecciones, aunque los datos son limitados. Se necesitan más estudios, especialmente RCTs, para evaluar efectos en desarrollo cognitivo, composición de microbiota y regulación metabólica en esta etapa crítica del desarrollo.

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