Enf. Cardiovasculares - Publicado el 26 de mayo de 2020

La dieta DASH se asociaría con menor grado de daño cardíaco

La dieta DASH se asociaría con menor grado de daño cardíaco

El objetivo de este estudio, llevado a cabo por Stephen Juraschek y sus colaboradores, fue comparar las dietas ricas en frutas y verduras con una alimentación típica estadounidense, en sus efectos sobre las lesiones cardiovasculares en adultos de mediana edad sin enfermedades cardiovasculares (ECV) preexistentes.

Para ello, realizaron un análisis observacional basado en un ensayo aleatorizado de tres grupos, de diseño paralelo, en Estados Unidos. Los participantes fueron asignados al azar a 8 semanas de monitoreo de la alimentación control típica para ese país; una dieta con elevado consumo de frutas y vegetales, pero por lo demás similar al grupo control; o DASH, que es rica en frutas, verduras, lácteos bajos en grasa y fibra y con bajos niveles de grasa saturada y colesterol. 

Las medidas correspondieron a biomarcadores que fueron analizados al inicio y a las ocho semanas: troponina I cardíaca de alta sensibilidad (hs-cTnI), péptido natriurético N-terminal pro-B (NT-proBNP) y proteína reactiva C de alta sensibilidad (hs-PCR).

La edad media de los participantes fue de 45,2 años, 48% mujeres, 49% afrodescendientes, y la media de la presión sanguínea inicial era de 131/85 mm Hg. En comparación con el grupo control, la intervención con frutas y verduras redujo los niveles de hs-cTnI en 0,5 ng/, lo mismo para el NT-proBNP en 0,3 pg/mL. Comparada con los controles, la dieta DASH redujo la hs-cTnI en 0,5 ng/L y el NT-proBNP en 0,3 pg/mL. Los niveles de hs-PCR no tuvieron variaciones entre las intervenciones. Ninguno de los marcadores difirió entre los enfoques basados en frutas y verduras y DASH.

En conclusión, pese a que el estudio tuvo una corta duración, pérdida de seguimiento de algunos participantes e incapacidad para aislar los efectos de alimentos o micronutrientes específicos, las dietas DASH y aquellas ricas en frutas y verduras administradas durante ocho semanas se asociarían con niveles más bajos de marcadores de daño y esfuerzo cardíaco subclínico en adultos sin enfermedad cardiovascular preexistente.

Full text: https://www.acpjournals.org/doi/10.7326/M20-0336