Salud Pública - Publicado el 16 de marzo de 2023

La reducción en la ingesta de sodio podría salvar millones de vidas

La reducción en la ingesta de sodio podría salvar millones de vidas

La ingesta de sodio se encuentra en un 200% por encima de lo recomendado. Al ritmo actual, el mundo no alcanzará su objetivo de reducir la ingesta de sodio en un 30% hasta el año 2025. Esto se traduce en muertes por enfermedades no transmisibles, como el infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares.

A nivel individual, la ingesta de sal de la población varía entre 5 g/día y 17,38 g/día en los distintos países, situándose la media en 10,8 g/día, más del doble de lo recomendado por la OMS. 

Un informe publicado por la OMS sobre la reducción de la ingesta de sodio señala que sólo el 5% de los Estados miembros de la agencia de la ONU están protegidos por políticas obligatorias de reducción del sodio y que el 73% de los Estados miembros carece de un rango completo de implementación de tales políticas.

España, México, Uruguay, Chile y Brasil se incluyen en una lista de apenas 9 países del mundo que poseen un conjunto integral de políticas para reducir la ingesta de sodio, calificadas con la mejor evaluación por la Organización Mundial de la Salud. Otros países que integran este grupo en el primer informe sobre la reducción de la ingesta de sal (Global report on sodium intake reduction)  son Arabia Saudita, Lituania, Malasia y República Checa. Argentina, al haber adoptado recientemente restricciones obligatorias de etiquetado y mercadotecnia, podría ser la próxima en unirse a la corta lista de países.

"Una dieta malsana es de las principales causas de mortalidad y enfermedad a nivel mundial y la ingesta excesiva de sodio es culpable en gran medida", señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el lanzamiento del informe.

El enfoque integral propuesto por la OMS incluye la adopción de políticas obligatorias y 4 intervenciones:
1) Reformular los alimentos para que contengan menos sal y establecer metas sobre la cantidad de sodio en los alimentos y las porciones.
2) Establecer políticas públicas de compra de alimentos para limitar los alimentos ricos en sal o sodio en instituciones públicas como hospitales, escuelas, lugares de trabajo y residencias de adultos mayores. 
3) Introducir el etiquetado frontal en los envases que ayude a los consumidores a seleccionar productos con bajo contenido en sodio. 
4) Realizar campañas de comunicación que insten a un cambio de comportamiento.

Las políticas obligatorias de reducción del sodio son más eficaces, ya que logran una cobertura más amplia y protegen contra los intereses comerciales, a la vez que ofrecen igualdad de condiciones a los fabricantes de alimentos. Como parte del informe, la OMS elaboró una tarjeta de puntuación para los Estados miembros basada en el tipo y el número de políticas de reducción del sodio que aplican.

Informe: https://www.who.int/publications/i/item/9789240069985

Fuente: Noticias ONU

Para más información: https://news.un.org/es/story/2023/03/1519247