Alimentos y Nutrientes - Publicado el 01 de diciembre de 2020

Optimización de la ingesta de proteínas en personas mayores durante procesos catabólicos

Optimización de la ingesta de proteínas en personas mayores durante procesos catabólicos

En el caso de la gran mayoría de los nutrientes, las RDA (Recommended Dietary Allowance) mínimas se basan en evitar una deficiencia y, a menudo se recomiendan ingestas superiores para incrementar y potenciar los efectos beneficiosos en la salud.

En la actualidad, existiría evidencia de que se debería aplicar esta lógica a las recomendaciones dietéticas para las proteínas. Aunque la dosis diaria recomendada para las proteínas es de 0,8 g/kg de peso corporal, múltiples estudios señalarían que las personas mayores podrían beneficiarse de determinadas cantidades, calidades y distribuciones de proteína más allá de las recomendaciones actuales basadas en las RDA. Además, los requisitos dietéticos en relación a las proteínas, dependen en gran parte de los aminoácidos que las constituyan y, en particular, de los 9 considerados esenciales. Por ejemplo, en el caso de la leucina, as RDA indican una cantidad de 42 mg/kg de peso corporal, siendo significativamente inferior a los 100-110 mg/kg necesarios para optimizar la regulación del metabolismo y la síntesis del músculo esquelético.

En este trabajo se han destacado los beneficios que tendrían las dietas con un mayor contenido proteico para optimizar la salud durante el envejecimiento, la inactividad o el reposo o algunas condiciones con alteraciones metabólicas como la diabetes tipo 2.

En el caso de las DRI (Dietary Reference Intake) que definen un rango de consumo dietético aceptable para cada nutriente y en especial en los rangos aceptables de distribución de macronutrientes (Acceptable Ranges of Macronutrient Distribution AMDR), para la proteína se estableció como 10-35% de la ingesta de energía (0,8 g/kg/día) a 2,5 g/kg/día, valores que se mantienen sin variaciones. Según la opinión de los autores de esta revisión, la ingesta de ideal de proteínas para los individuos continúa evolucionando, pudiendo ser necesarias, actualizaciones continuas de algunas cuestiones fundamentales.
La evidencia científica actual indicaría que el consumo óptimo de proteínas es más que un mero porcentaje de la ingesta energética total diaria y que otros factores como el consumo específico según los momentos del día y la cantidad o calidad, son también fundamentales. Algunas cuestiones como el envejecimiento o la disminución de la actividad física reducen la eficiencia de la renovación proteica, especialmente en el músculo esquelético y, que en consecuencia, conduce a una reducción de la masa, de la fuerza y de la regulación metabólica.

La reducción de la eficiencia, caracterizada como resistencia anabólica, puede mejorarse parcialmente, mediante el incremento del consumo de proteínas y atendiendo a la  calidad de mismas según el momento del día de forma independiente. Trabajos recientes sugieren que las comidas que contienen un aporte igual o mayor a 30 g de proteína de alta calidad, definida por un perfil equilibrado de aminoácidos esenciales, incluyendo al menos 2,5 g de leucina, podrían contribuir a superar la resistencia anabólica en los adultos mayores y con ello optimizar la salud muscular de esta población especialmente vulnerable. 

En esta revisión, se exponen y se argumentan algunos puntos de especial relevancia en la actualidad. Los más importantes son las siguientes:
-    El papel anabólico de las proteínas dietéticas durante el envejecimiento.
-    El consumo proteico para mitigar los efectos catabólicos de un traumatismo agudo o en pacientes con reposo.
-    La proteína dietética, el control de la glucemia y su relación con la diabetes mellitus tipo 2.

En conclusión, los rangos aceptables de distribución a nivel de los macronutrientes, se han definido para las proteínas como un aporte del 10 al 35% de la ingesta calórica total, lo que equivale a una cantidad de entre 0,8 g/kg/día a 2,5 g/kg/día. La evidencia científica actual sugiere que las comidas que contienen un aporte igual o mayor a 30 g de proteína de alta calidad, definida por un perfil equilibrado de aminoácidos esenciales e incluyendo una cantidad igual o mayor a 2,5 g de leucina, podría tener beneficios sobre la salud muscular de los adultos mayores.

Full text: https://academic.oup.com/advances/article/11/4/S1058/5871183