Enf. Cardiovasculares - Publicado el 12 de agosto de 2021

Pequeños cambios en el estilo de vida pueden mejorar la salud vascular en mayores con obesidad

Pequeños cambios en el estilo de vida pueden mejorar la salud vascular en mayores con obesidad

Los investigadores de la Facultad de Medicina de Wake Forest observaron a 160 adultos sedentarios de entre 65 y 79 años con obesidad definida como un índice de masa corporal de 30 a 45 kg/m2. La edad promedio de los participantes fue de 69 años, 74% mujeres y 73% blancos. 

Asignaron aleatoriamente a los participantes a uno de tres grupos: solo ejercicio; ejercicio más restricción calórica moderada de aproximadamente 200 calorías diarias; y ejercicio sumado a una restricción calórica diaria más intensiva de aproximadamente 600 calorías. La salud del corazón se evaluó antes, durante y después del período de estudio de 20 semanas. 

Todos los participantes en el estudio realizaron 30 minutos de ejercicio aeróbico supervisado cuatro días a la semana en el Centro de Investigación Geriátrica de la Facultad de Medicina de Wake Forest.

Para determinar la salud vascular de los participantes, se midieron y evaluaron la estructura y función de la aorta mediante resonancia magnética cardíaca.

Aunque los participantes pertenecientes a los grupos de restricción calórica perdieron peso, solo el grupo con una restricción calórica moderada vio un cambio significativo en las medidas de rigidez aórtica. Esto sorprendió a los investigadores. “Es notable que el grupo con la mayor reducción de calorías no tuvo ninguna mejora en la rigidez aórtica”, señala Tina Brinkley, Ph.D., autora principal del estudio. “Estos resultados indicarían que incluso una ligera reducción de calorías puede ser más beneficiosa de lo que la gente podría pensar”, agrega.

La rigidez aórtica es un factor de riesgo de eventos cardiovasculares que incluyen ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Aunque existe un cierto nivel de rigidez que ocurre a medida que el sujeto envejece, los factores de riesgo como la presencia de presión arterial alta, diabetes y obesidad pueden acelerar el proceso. 

En conclusión, este estudio indicaría que una pequeña reducción calórica también parece ser de gran ayuda para mejorar la salud del corazón, como en la distribución de la grasa corporal. Sumar ejercicio puede hacer que esos efectos sean aún más beneficiosos, brindando a los adultos mayores no solo mejoras en la composición corporal, sino también en la salud del cerebro a lo largo del camino, subraya Brinkley. 

Full text: https://www.ahajournals.org/doi/abs/10.1161/CIRCULATIONAHA.120.051943