Obesidad - Publicado el 25 de febrero de 2020

Un desayuno copioso en lugar de una cena abundante podría ayudar a prevenir la obesidad

Un desayuno copioso en lugar de una cena abundante podría ayudar a prevenir la obesidad

Una nueva investigación de la Universidad de Lübeck sugiere la posibilidad de aumentar la cantidad de alimentos que se consumen en el desayuno en detrimento de los que se consumen en la cena ya que esa estrategia podría ayudar a prevenir la obesidad y niveles elevados de glucemia.

El organismo gasta energía para realizar los procesos de digestión, absorción, transporte y almacenamiento de nutrientes. Este mecanismo, conocido como termogénesis inducida por la dieta, podría diferir según la hora de la comida.

Así, los resultados de la investigación, publicada en el 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism’, indican que tomar un desayuno abundante podría provocar el doble de termogénesis inducida por la dieta que la misma comida consumida en la cena

"Nuestros resultados muestran que una comida que se ingiere en el desayuno, independientemente de la cantidad de calorías que contiene, genera el doble de termogénesis inducida por la dieta que la misma comida consumida en la cena. Este hallazgo es significativo para todas las personas, ya que subraya el valor de comer lo suficiente en el desayuno", señala Juliane Richter, autora de la investigación.

Para llevar a cabo esta investigación, se realizó un estudio de laboratorio durante tres días con 16 hombres que consumieron un desayuno bajo en calorías y una cena alta en calorías, y viceversa en una segunda fase. De este modo, descubrieron que el consumo idéntico de calorías condujo a una termogénesis inducida por la dieta 2,5 veces más alta por la mañana que por la noche después de las comidas altas en calorías y bajas en calorías.

"Recomendamos que los pacientes con obesidad y las personas sanas tomen un desayuno abundante en lugar de una cena abundante para reducir el peso corporal y prevenir enfermedades metabólicas", concluye Richter, ya que el aumento, inducido por los alimentos, de las concentraciones de azúcar en sangre e insulina disminuyó después del desayuno en comparación con la cena.

Full text: https://academic.oup.com/jcem/article/105/3/dgz311/5740411