Adulto Mayor - Publicado el 31 de diciembre de 2019

Un documento recoge pautas para prevenir y detectar la desnutrición en ancianos institucionalizados

Un documento recoge pautas para prevenir y detectar la desnutrición en ancianos institucionalizados

La Alianza másnutridos -creada por la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (Senpe) y la Fundación Abbott y en la que participa el Consejo General de COF- ha elaborado, en colaboración con la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), una monografía titulada “Hacia la desnutrición cero en residencias de ancianos y centros de día”. El objetivo sería concienciar sobre la importancia de la detección de este problema y minimizar su impacto y prevalencia.

Los autores proponen detectar la situación de riesgo nutricional partiendo de la sensibilización y formación de los profesionales y el establecimiento del cribado nutricional de forma universal y obligatoria en todos los centros residenciales. Así, se podrían identificar a los pacientes con déficit nutricional e iniciar una evaluación nutricional completa para poder establecer el diagnóstico, clasificar la gravedad de la desnutrición y definir una estrategia terapéutica. “Los profesionales de salud implicados en la atención directa del paciente deben realizar el cribado periódicamente, coincidiendo con el Plan de Atención Individualizada semestral y proceder a registrar el cribado en la historia clínica del paciente para promover protocolos de actuación, monitorizar los cuidados y evaluar los resultados en salud”, señala Miguel León, presidente de la Alianza másnutridos.  

Para la valoración nutricional, el documento menciona los siguientes parámetros que deberían tenerse en cuenta:
•    Historia clínica, con énfasis en enfermedades y síndromes geriátricos con repercusión sobre el estado nutricional.
•    Historia farmacológica.
•    Antropometría:
o    Peso: habitual, actual, historial de variaciones. Es de especial importancia reconocer el ritmo de la pérdida de peso en una etapa temprana de la enfermedad o lesión y destacar que muchos pacientes habrán perdido peso apreciable antes de acudir a la consulta médica.
o    Talla: real o estimada.
o    Índice de masa corporal (IMC).
o    Evaluación de masa muscular: la circunferencia del brazo refleja los compartimentos corporales muscular y graso (ya que el hueso se considera prácticamente constante) y la circunferencia de la pantorrilla es un parámetro antropométrico muy sensible relacionado con la pérdida de tejido muscular en ancianos. Independientemente de la etiología, la pérdida apreciable de masa muscular generalmente se acompaña de una función muscular reducida, medida con la fuerza de prensión en la dinamometría. 
o    De forma opcional, se podrá considerar, el perímetro de la cintura, composición corporal -bioimpedanciometría (BIA), DEXA, TAC- y función muscular (dinamometría).
•    Valoración dietética:
o    Mediante escalas visuales.
o    Métodos retrospectivos: recordatorio de 24 horas.
o    Métodos prospectivos: registro dietético.
•    Algunos parámetros bioquímicos se modifican, además de por desnutrición, por la presencia de enfermedades. Así, proponen ver los valores de albúmina, colesterol total, proteína C reactiva, iones y hemograma.

La monografía destaca la importancia de la monitorización del tratamiento recomendado a los pacientes con desnutrición, con el fin de “que permita corregir aspectos relacionados con la posible ineficacia terapéutica en cada caso, como errores, falta de cumplimiento, tolerancia, seguridad, etc.”, señala el texto. Respecto a la valoración de resultados, apuesta por un análisis “en términos de eficacia, efectividad y eficiencia en resultados en salud y siempre con criterios de la calidad” y apuesta por un seguimiento “individualizado cada 7 o 15 días“. 

La desnutrición relacionada con la enfermedad sería uno de los problemas más prevalentes en la población anciana y un factor de riesgo para el desarrollo de dependencia y la presencia de cuadros de comorbilidad, fragilidad y aumento de la mortalidad. Tal como informan, la Alianza másnutridos y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), “la desnutrición está infradiagnosticada en este grupo de edad y alcanza el 28,4% de los ancianos en residencias, el 40% de los hospitalizados y hasta el 56% de los que están en centros de larga estancia, frente al 7,8% de los mayores no institucionalizados“.

Documento completo: http://www.alianzamasnutridos.es/uploads/cuadernos/pdf/811ba35b670d439c9a3eb2ee5fb2ed20.pdf