Adulto Mayor - Publicado el 21 de noviembre de 2025
Adicción a alimentos ultraprocesados en adultos mayores.
El consumo de alimentos ultraprocesados (UPF) domina actualmente la dieta estadounidense, representando cerca del 60% de la ingesta energética adulta. Durante las décadas de 1970 y 1980, el auge de los UPF, impulsado en parte por prácticas de la industria tabacalera, coincidió con periodos críticos de desarrollo en los adultos que hoy superan los 50 años. Estos productos, diseñados para ser altamente palatables y potencialmente adictivos, han contribuido al desarrollo de patrones compulsivos de consumo. La “adicción a alimentos ultraprocesados” (UPFA), medida principalmente mediante la Yale Food Addiction Scale (YFAS), ha ganado interés científico por su asociación con obesidad, enfermedades metabólicas y peor salud mental.
Se realizó un estudio transversal con datos de la encuesta National Poll on Healthy Aging (Universidad de Michigan), aplicada en julio de 2022 a una muestra representativa de 2,038 adultos estadounidenses de 50 a 80 años. La evaluación de UPFA se realizó mediante la escala mYFAS 2.0, que aplica criterios diagnósticos de trastornos por uso de sustancias (p. ej., pérdida de control, craving, tolerancia, abstinencia) al consumo de UPF. También se recolectaron datos sobre autopercepción de salud física, salud mental y aislamiento social.
La prevalencia global de UPFA fue 12.4%, con diferencias por género: 16.9% en mujeres frente a 7.5% en hombres. Los adultos de 50 a 64 años presentaron mayor prevalencia (15.7%) que los de 65 a 80 años (8.2%), lo que sugiere un efecto de cohorte vinculado a la exposición temprana a UPF. Uno de cada cinco mujeres de 50 a 64 años cumplió criterios de UPFA. La condición se asoció con mayor probabilidad de sobrepeso y obesidad, peor salud física autopercebida, problemas de salud mental (incluyendo ansiedad y depresión) y mayor aislamiento social. En hombres y mujeres, sentirse aislado triplicó la probabilidad de UPFA, mientras que reportar mala salud física o mental duplicó o cuadruplicó dicho riesgo.
Este estudio, el primero con base nacional en adultos mayores, confirma que la UPFA es una condición relevante y subestimada, comparable en prevalencia con adicciones a sustancias en esta población. Las mujeres de 50 a 64 años constituyen el grupo más vulnerable. La asociación de UPFA con peor bienestar físico, psicológico y social refuerza la necesidad de investigar sus mecanismos, establecer intervenciones preventivas y considerar políticas públicas que limiten la exposición a UPF en todas las etapas de la vida.
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Fuente: Society for the study of addiction
Para más información: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/add.70186