Enf. Cardiovasculares - Publicado el 02 de mayo de 2023

Clasificación de la American Heart Association de 10 dietas populares para la salud cardiovascular

Clasificación de la American Heart Association de 10 dietas populares para la salud cardiovascular

Una nueva declaración científica de la AHA señala que varios patrones de dietas, incluido el plan de alimentación estilo DASH, los patrones de alimentación mediterráneos, pescetarianos y vegetarianos. Estos recibieron mejores calificaciones por alinearse con las pautas de alimentación saludable para el corazón emitidas por la AHA en 2021. Otros patrones de alimentación populares como las dietas paleolítica (paleo) y cetogénica (keto) no se clasificaron como patrones de alimentación saludables para el corazón.

El objetivo de esta declaración científica es evaluar la alineación de los patrones dietéticos comúnmente practicados en los EE. UU. con los criterios de la AHA publicados recientemente, para determinar los factores clínicos y culturales que afectan la adherencia a largo plazo y proponer enfoques para la adopción de patrones dietéticos saludables.

Los autores calificaron según una escala la alineación de 10 dietas populares o patrones de alimentación con los consejos dietéticos de la AHA para una alimentación saludable para el corazón. Entre las pautas dietéticas, la AHA incluye consumir una amplia variedad de frutas y verduras; elegir principalmente granos integrales en lugar de granos refinados; usar aceites vegetales líquidos en lugar de aceites tropicales; comer fuentes saludables de proteínas, como plantas, mariscos o carnes magras; minimizar los azúcares y la sal añadidos; limitar el alcohol; elegir alimentos mínimamente procesados en lugar de alimentos ultraprocesados; y seguir esta guía dondequiera que se preparen o consuman alimentos.

Los diez patrones dietéticos evaluados fueron DASH, estilo mediterráneo, pescetariano, ovo-lactovegetariano, vegano, bajo en grasas, muy bajo en grasas, bajo en carbohidratos, paleo y muy bajo en carbohidratos/keto.

Estos patrones dietéticos se dividieron en cuatro niveles según sus puntajes, que iban desde un mínimo de 31 hasta un máximo de 100. Como resultado, solo el plan de alimentación DASH obtuvo una puntuación perfecta de 100. Este patrón de alimentación es bajo en sal, azúcar agregada, aceite tropical, alcohol y alimentos procesados y alto en vegetales, frutas, granos integrales y legumbres sin almidón. Las proteínas son en su mayoría de origen vegetal, como legumbres, frijoles o nueces, junto con pescados o mariscos, aves y carnes magras y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa. La dieta estilo mediterránea también está muy bien valorada. Dado que no aborda explícitamente la sal añadida e incluye un consumo moderado de alcohol (en lugar de evitar o limitar el alcohol), tiene una puntuación ligeramente más baja que la DASH. Además, la mayoría de las características de un patrón de alimentación vegetariano se alinean con la guía dietética de la AHA. Los planes de alimentación pescetariano y vegetariano que incluyen huevos, productos lácteos, o ambos, también se ubicaban en el nivel superior.

“Si se implementan según lo previsto, los patrones dietéticos de primer nivel se alinean mejor con la guía de la Asociación Estadounidense del Corazón y pueden adaptarse para respetar las prácticas culturales, las preferencias alimentarias y los presupuestos para permitir que las personas siempre coman de esta manera, a largo plazo”, dijo el presidente del grupo de redacción, Christopher Gardner.

Las dietas veganas y bajas en grasas (puntajes de 75 a 85) se clasificaron en el segundo nivel. Aunque estas dietas enfatizan las frutas, las verduras, los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos, al mismo tiempo que limitan el alcohol y los azúcares añadidos, las restricciones en el patrón de alimentación vegano pueden hacer que sea más difícil seguir este tipo de dieta a largo plazo o cuando se come fuera de la casa. Y podrían aumentar el riesgo de deficiencia de vitamina B12.

El nivel 3 incluye la dieta muy baja en grasas (puntuación de 72) y la dieta baja en carbohidratos (puntuación de 64), mientras que las dietas paleo y muy baja en carbohidratos/cetogénicas se encuentran en el cuarto nivel, con las puntuaciones más bajas de 53 y 31. respectivamente.

 “Son pautas muy restrictivas y difíciles de seguir para la mayoría de las personas a largo plazo. Si bien es probable que haya beneficios a corto plazo y una pérdida de peso sustancial, no son sostenibles. Una dieta que sea eficaz para ayudar a una persona a mantener los objetivos de pérdida de peso, desde una perspectiva práctica, debe ser sostenible”, señaló Gardner sobre las dietas de nivel 4.

declaración sugiere oportunidades para la investigación alimentaria y las intervenciones para promover la equidad en la salud, reconociendo la importancia de los determinantes sociales de la salud en la configuración de los patrones dietéticos.

Full text: https://www.ahajournals.org/doi/epdf/10.1161/CIR.0000000000001146