Otros - Publicado el 03 de marzo de 2020

Comer menos podría retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad

Comer menos podría retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad

Comer menos podría reducir los niveles de inflamación y retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Esta es la conclusión a la que han llegado científicos de EE UU y China a partir de un nuevo estudio realizado en ratas. Liderado por el español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, se trata de la investigación más detallada hasta la fecha sobre los efectos a nivel celular de una dieta con restricción calórica. Si bien los beneficios de la limitación calórica se conocen desde hace tiempo, los nuevos resultados demostrarían cómo esta restricción podría proteger contra el envejecimiento a celular.

“La limitación calórica aumenta la duración de la vida, pero ahora hemos demostrado todos los cambios que ocurren en una sola célula para que se produzca esto”, comenta Izpisúa Belmonte, profesor del Laboratorio de Expresión Genética del Instituto Salk de California. 

La restricción calórica ha demostrado en modelos animales ser una de las intervenciones más eficaces contra patologías relacionadas con la edad como cáncer, demencia, diabetes y síndrome metabólico. Aunque los expertos eran conscientes de que las células experimentan muchos cambios a medida que el organismo envejece, hasta ahora no se conocía cómo la restricción calórica podía influir en estas modificaciones.

En este estudio, se compararon ratas que consumían un 30 % menos de calorías con ratas alimentadas con una dieta normal. Las comidas fueron controladas entre los 18 y 27 meses (extrapolado al humano, esto sería equivalente a que alguien siguiera una dieta con restricción calórica desde los 50 hasta los 70 años).

El equipo de Izpisúa Belmonte analizó un total de 168.703 células de 40 tipos en 56 ratas. Las células procedían de tejidos grasos, hígado, riñón, aorta, piel, médula ósea, cerebro y músculo. 

Muchos de los cambios que se produjeron durante el envejecimiento de las ratas alimentadas con una dieta normal no se produjeron en las ratas con una dieta restringida; incluso en la vejez, muchos de los tejidos y células de los roedores con restricción calórica se parecían mucho a los de las ratas jóvenes.

En general, el 57 % de los cambios relacionados con la edad en la composición de las células observadas de los roedores que seguían una dieta normal no estaban presentes en aquellos que seguían una dieta con restricción calórica. “Este enfoque no solo indica el efecto de la restricción calórica en estos tipos celulares, sino lo que sucede en una sola célula durante el envejecimiento”, señala Guang-Hui Liu, profesor de la Academia China de Ciencias.

Algunas de las células y genes más afectados por la dieta se relacionan con la inmunidad, la inflamación y el metabolismo de los lípidos. El número de células inmunitarias en la mayor parte de los tejidos estudiados no se vio afectado por la edad en las ratas con restricción calórica, pero sí aumentó drásticamente en las otras. En el tejido adiposo marrón, una dieta con restricción calórica revirtió los niveles de expresión de muchos genes antiinflamatorios a los observados en las ratas jóvenes.

“El principal descubrimiento es que el aumento de la respuesta inflamatoria durante el envejecimiento podría ser sistemáticamente reprimida por la restricción calórica”, afirma Jing Qu, también profesor de la Academia China de Ciencias.

Cuando los investigadores se centraron en los factores de transcripción que fueron alterados por la restricción calórica, uno se destacó. Los niveles del factor de transcripción Ybx1 fueron alterados por la dieta en 23 tipos de células diferentes. Por ello, los científicos creen que Ybx1 podría ser un factor de transcripción relacionado con la edad y están planeando más estudios sobre sus efectos.

“Cuando la gente dice 'eres lo que comes', es cierto en cierta medida”, comenta Concepción Rodríguez Esteban, otra de las autoras. “El estado de tus células conforme envejeces depende claramente de tus interacciones con tu entorno, lo que incluye qué y cuánto comes”. 

Abstract: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0092867420301525