Obesidad - Publicado el 21 de febrero de 2020

La hora de acostarse podría estar asociada con la obesidad en niños de edad preescolar

La hora de acostarse podría estar asociada con la obesidad en niños de edad preescolar

En investigaciones previas se ha encontrado evidencia de que una menor duración del sueño estaría relacionada con un mayor riesgo de obesidad en la infancia. Esto, a su vez, está asociado a múltiples causas, como ingesta desordenada de alimentos, escasa actividad física, falta de cansancio y necesidad de sueño, etc. 

La obesidad es particularmente grave para los niños, pues predispone a varias enfermedades crónicas, como la diabetes y otras patologías asociadas.  Además, se asocia a una mayor incidencia de apnea del sueño en el caso de niños con obesidad.

La investigación realizada en Suecia, que formó parte de un estudio más amplio sobre la obesidad, estudió a 107 niños, donde 64 de ellos tenían un padre obeso o con sobrepeso. Los autores analizaron la relación entre la hora de dormir y el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad.

Los investigadores midieron el peso, la altura y la circunferencia de la cintura de cada niño de 1 a 6 años de edad. Todos los participantes tuvieron medidas similares al comenzar el estudio. 

El sueño se midió durante siete días consecutivos, una vez al año. Durante todo el estudio los niños tuvieron que llevar un rastreador en su muñeca.

Los investigadores encontraron que los niños que habitualmente se iban a dormir tarde (9 PM), tenían una cintura más ancha y un IMC más alto al finalizar el estudio.

En cuanto a la duración del sueño, descubrieron que, sin importar cuánto tiempo durmiera un niño, irse a la cama después de las 9 PM estaba asociado con un aumento de la obesidad y un IMC mayor: “La hora de acostarse fue un factor que realmente se destacó. Se asoció con un aumento de peso”, dijo doctor Claude Marcus, profesor de Pediatría en el Instituto Karolinska en Suecia. “Sin embargo, lo que podemos ver es solamente una asociación. Si acuestas a tus hijos antes, ¿cambiaría algo? Eso es algo que no sabemos”.

El autor piensa que quedarse despierto más allá de las 9 PM podría ser considerado como una manifestación de un estilo de vida más desorganizado. Esto podría poner a los niños en mayor riesgo de sobrepeso, en lugar de que este incremento de peso esté directamente relacionado con la hora de acostarse. “Mi hipótesis personal es que esto es un indicador de una vida más irregular”, dijo.

Señaló que la hora de dormir de los niños en todo el mundo varía ampliamente, ya que los que viven en lugares como España y algunas partes de Asia habitualmente se quedan despiertos hasta mucho más tarde.

En un comentario vinculado a la investigación, la doctora Nicole Glaser y el doctor Dennis Styne, ambos endocrinólogos pediátricos de UC Davis Health en Sacramento, California, dijeron que era posible que la obesidad y el sueño inadecuado pudieran deberse a otros factores, como el “exceso de tiempo delante de las pantallas, ejercicio inadecuado o menos control general sobre los hábitos de salud por parte de la familia”. Sin embargo, no descartaron que pudiera existir una causa física, debido a que algunas de las regiones del cerebro involucradas en la regulación de los ciclos de sueño y vigilia también manejan comportamientos como comer y ayunar. “Por lo tanto, la regulación del sueño y el peso corporal están intrincadamente entrelazados en múltiples niveles”, comentaron. 

El escaso número de niños incluidos en la muestra constituyó una limitación importante del estudio. Sin embargo, los investigadores pudieron obtener datos objetivos de las características del sueño a través del rastreador de muñeca, en vez de basarse en la información aportada por las familias.

Full text: https://pediatrics.aappublications.org/content/early/2020/02/14/peds.2019-1420