Obesidad - Publicado el 25 de abril de 2019

La obesidad es una epidemia que se previene desde la cuna

La obesidad es una epidemia que se previene desde la cuna

"La inactividad física se ha identificado como uno de los principales factores de riesgo en la mortalidad global y contribuye al incremento del sobrepeso y la obesidad", afirma el documento. Según los datos del organismo, 124 millones (casi un 20%) de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años sufren obesidad en todo el mundo. Entre los menores de cinco, 41 millones tienen sobrepeso o son obesos, un 5,9% del total mundial. 

"Es una epidemia que afecta a niños cada vez más jóvenes, por eso es primordial empezar la prevención lo antes posible, tanto en buenos hábitos alimentarios como en actividad física", afirma Juana Willumsen, experta en obesidad infantil de la organización.

El riesgo de desarrollar obesidad a una edad temprana es que en un porcentaje muy alto de los casos esta se mantiene durante la adolescencia y la edad adulta, según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine sobre más de 50.000 niños y adolescentes alemanes. Según la investigación, casi un 90% de los niños obesos a los tres años seguían siéndolo durante la adolescencia. Y entre los adolescentes con sobrepeso u obesidad, la mayor ganancia de peso, medida en una aceleración más rápida del Índice de Masa Corporal, se produjo entre los dos y los seis años de edad.

"Estos datos indican que no se puede esperar hasta que el niño tenga 10 años para actuar, porque para entonces, los malos hábitos ya se han instaurado y se ha desarrollado el tejido adiposo, por lo que es mucho más difícil de tratar", explica Julio Álvarez Pitti, pediatra de la Unidad contra la Obesidad y el Riesgo Cardiovascular del Hospital General de Valencia e investigador CIBERObn. 

En su guía, el organismo aconseja que los niños no estén sentados o atados en carritos, tronas o mochilas más de una hora seguida cada vez. Para los bebés, lo ideal es que estén "físicamente activos varias veces al día" a través de juegos en el suelo con interacción de otras personas. Los que aún no deambulen deberían pasar al menos media hora a lo largo del día tumbados boca abajo despiertos. A partir del año, recomienda que los niños realicen al menos 180 minutos de actividad física al día, que, a partir de los tres años, deberían incluir al menos una hora con intensidad "de moderada a vigorosa", por ejemplo, juegos que impliquen correr o saltar, describe Willumsen. "Lo que se recomienda a esta edad como actividad física no es tanto ejercicio y deporte, sino jugar de forma activa para desarrollar la musculatura y el conocimiento del mundo", explica.

El documento de la OMS también incluye recomendaciones de tiempo mínimo de "sueño de calidad", un factor muy importante, según Álvarez Pitti, para prevenir la obesidad. "No dormir lo suficiente provoca que el cuerpo se sienta falto de energía, a lo que reacciona desarrollando un mecanismo de más apetito, y además pidiendo alimentos hipercalóricos", afirma.

Directrices de la OMS sobre actividad física, sedentarismo y sueño para niños menores de 5 años - en inglés: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/311664/9789241550536-eng.pdf?sequence=1&isAllowed=y